La originalidad me sale por las
orejas. Es un alarde de inspiración y el regusto de la vanidad lo que me hace
sentir especial por la ocurrencia de felicitaros a todos: a los que me habéis
seguido fielmente y a los que sólo esporádicamente, incluso a los que no me
habéis seguido en absoluto. Pero, ya que me arrogo tamaña carga de buena
intención, no me quedaré sólo con felicitar a los pacientes receptores de este
blog. Ni hablar. Ya que nadie me lo impide, voy a enviar mis mejores deseos a
mucha más gente. A saber.
Felicito de todo corazón a todos
los empresarios que han vaciado sus empresas de empleados para que cupieran las
espuertas de dinero recibido por el Gobierno. Que reciban a cambio todo el amor
que se han ganado.
Felicito al Gobierno Balear por
su perfecta aplicación de la Ley de Efectos Consumados, cuya única repercusión
ha sido esquilmar a los maestros de
escuela la mitad de su sueldo y seguir descabellando la lengua propia.
Felicito al Gobierno Central por
su capacidad de diálogo, por las respuestas claras y concisas ofrecidas en
todas sus ruedas de prensa, y dejarnos claro que gracias a ellos estamos
saliendo de la crisis, y que si no hubiera sido por Zapatero ya habríamos
salido hace tiempo. Parece ser que las empresas han informado al Gobierno de
que es imprescindible que los ciudadanos nos animemos y empecemos a gastar, ya
que no basta con poner la mitad de la plantilla en la calle, ahora hay que
conseguir que la otra mitad restituya lo cobrado en forma de consumo.
Deseo unas felices fiestas a
todos los corruptos para que vayan comiendo los turrones en su hogar con el helado
presentimiento de que esta puede ser la última vez que lo hagan en algunos
años.
Creo que no estoy tan inspirado
como creía. Voy a esmerarme, sinceramente.
Felicito a todos los GHDP que, sin pestañear, han dejado sin hogar
a miles de personas; sin prestación de desempleo a otras miles; que han
conseguido que los hogares de beneficencia estén al borde del colapso; que
todos los estudiantes eximios hayan emigrado para enriquecer intelectualmente a
quien nos está oprimiendo; que han hecho que nos creamos que los mercados son
un ente abstracto cuando, en realidad, tienen cara y ojos, cara y ojos de HDP, pero humanos y con
nombres y apellidos, y que pasarán unas fiestas opulentas, llenas de gozo y amor
ya que asistirán a maitines y ofrecerán a alguna virgen una dádiva con la que
se podrán proveer de todas las bulas disponibles en la Conferencia Episcopal.
Me entristece pensar que, tanto
políticos, como empresarios, como banqueros, como cualquier otro HDP al uso, sea mortal como
yo. O sea, como todos vosotros. Gente tan falta de principios y de moral tan
laxa, no debería morirse nunca, para público escarnio de los infelices que
intentamos vivir en un marco ético, suplicando no se presente la oportunidad de
tener que demostrar nuestra honradez y tragarnos nuestras palabras. ¿Cómo puede
Dios permitir que sumas tan importantes de dinero queden sin el provecho de quienes
las han acumulado? ¿Podrían los mercados hacerse con los derechos de Dios? Si
Dios fuera político, seguro que sí. Pero la destrucción
del ser no está en venta, por lo que su acumulación no pasa de ser un acto
de gula terrenal que perderán a la par que su existencia.
Que todos ellos pasen una Feliz
Navidad. De corazón.
No quiero despedirme sin desear
lo mejor a gente de segunda y tercera, incluso de cuarta categoría, por ejemplo
a los padres que tienen hijos enfermos; a los hijos que tienen padres enfermos;
a padres e hijos que no tienen sus necesidades básicas cubiertas; a los que
dedican su vida a hacer mejor la de los demás; a la gente que no ama pero es
generosa; a las personas justas; a las mujeres maltratadas y que viven un
infierno del que no saben cómo salir; a todos aquellos que no retirarán el “árbol”
y el “belén” que hicieron, puesto que ya no estarán para hacerlo; a todos
los que buscan desesperadamente un trabajo y a los que luchan denodadamente
para que la gente encuentre uno; a los que no tienen un techo donde dormir y
utilizan los envases de nuestros consumibles como ajuar de subsistencia; a los
que navegan en el lodo más putrefacto de la droga y el alcohol y nadie les
tiende una mano; a todos aquellos que disponen de valores morales y los ejercen;
a los que no aman pero son solidarios; a los que son fieles y leales con su
pareja y sus amigos; a los que no echan las culpas a los demás de sus problemas
y luchan para sobreponerse sólo con su
fuerza vital; a los políticos que desde dentro intentan cambiar la dinámica
corrupta, pragmática y neoliberal; a todos aquellos para quien los Derechos
Humanos no es un papel, sino derechos humanos; a los que educan a nuestros
hijos, para que lo hagan de forma honrada e imparcial; a los divorciados que
han perdido su hogar y sus hijos por el egoísmo del cónyuge; a todas las
mujeres que padecen cualquier tipo de discriminación por razón de sexo; a todos
aquellos que han perdido a un ser querido y viven en la desesperación del
duelo; a todos los que creen en las personas como seres humanos y no como
cosas; a todos los investigadores que hacen que cada día despertemos en un
mundo mejor; a todas las madres y padres paralizados por la incertidumbre que
les produce el futuro de sus hijos; a todos los que hacen uso de su libertad en
beneficio propio y en el de sus semejantes en igualdad de condiciones; a los
que se equivocan, reconocen sus errores e intentan rectificarlos; a los
librepensadores, filósofos y humanistas que piensan y actúan para adecuar las
razones éticas al mundo actual. A los honestos, a los honrados, a los humildes,
a los misericordiosos, a los pacientes, a los amables, a los compasivos, a los
fuertes de espíritu, a los modestos, a los pacíficos, a los pacientes, a los
prudentes, a los sensatos, a los responsables, a los tolerantes y a los
valientes; a los que abrazan, a los que besan, a los que aman, a los que
sueñan, a los que tienen esperanza y a los que intentan recuperarla; a los que
sonríen, a los que ríen, a los que lloran, a los que se emocionan, a los que
sienten, a los que piensan, reflexionan y razonan; a los que viven plenamente
su existencia y la de sus seres queridos, y a todos aquellos cuya existencia
les han vaciado de contenido y expectativas. A todos ellos, “sin discriminación alguna por razón de
nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o
circunstancia personal o social”, les deseo, os deseo: Feliz Navidad.
Compartid estas fiestas con la
gente más querida, como si fueran las últimas, como si no existieran más
oportunidades. Aprovechadlas con toda la intensidad que requiere esta frágil y azarosa
vida.
Ahora ya me pongo sentimental.
Adiós.
Colau
La meva generositat no arriba tan lluny com la teva, Colau, així que les Bones Festes només les desitjaré a tots aquells que anomenes a la segona part, a tots aquells de segona, tercera i quarta categoria... a tots aquells amb els que m'identifico i per als qui els GFDP procuren que les Festes cada any siguin manco bones.
ResponderEliminarPerdó per l'expressió, però als GFDP que els bombin i que el Pare Noel o els Reis Mags només els duguin tonelades de carbó o, millor (que amb el carbó encara hi ferien negoci), que experimentin una temporada algun dels mals que la seva falta de consciència, prudència i/o sentiments està fent que aquest món sigui de cada dia un poc més cruel i inhòspit amb els que no són "dels seus" (i fixa't que només els desitjo una temporada; encara no han aconseguit embrutar-me del tot i estar a la seva baixesa moral com per desitjar-los tota una vida).
Bones Festes per a tu i els teus,Colau.
M.V.
Felices Fiestas, Colau!!!. Para vosotros y, por supuesto, para todos los que quedan excluidos de la primera parte de tu ensayo.
ResponderEliminarPara esos Grandísimos Hijos de Puta que fielmente retratas en esa magnífica primera parte, todos ellos con nombres y apellidos, solo un ruego, si existe alguien a quien pedírselo: que tengan una muerte lo más lenta y dolorosa posible.
Buenas noches, noches.
Javier.
Molts d'anys i bons a tots i a tu Colau també una abraçada.
ResponderEliminarUn de quarta o cinquena categoria!!
Interessants tots qels escrits!!!
Molts i molt bons anys per tu Colau i per tots els que felicites, confiem que cualquns d'ells puguin canviar, els demes molte felicitat. Gràcies pels teus escrits.
ResponderEliminarMiquel
Mil gràcies a tots per les vostre felicitacions i per seguir aguantant els meus escrits. Donau una abraçada ben forta a tots els que estimau i que la salut i les il•lusions no vos manquin mai. Ah! Per cer, no vos oblidassius mai d’alenar: no és bo per la salut.
ResponderEliminarMolts d’anys i una abraçada.
Colau