Translate

domingo, 4 de octubre de 2015

LA FALACIA DE LA EXPERIENCIA



Cuando de alguien no puede citarse otra virtud que su experiencia, se le está suponiendo un nivel intelectual no superior al del hombre de cromañón. Esto viene a colación por la apología de la nada que hace Rajoy cuando apela a votar su experiencia en las elecciones generales de diciembre. Me gustaría dejar en su sitio lo que es y qué significa tener esta cualidad.

La experiencia solo puede ser adquirida en un aspecto de la vida, y es aquel en el que privan las leyes físicas, que se repiten una y otra vez independientemente del momento, de la oportunidad y del estado anímico del individuo. Por ejemplo, si ponemos en la ensalada una hierba de inmejorable aspecto nacida, pero no sembrada, en el huerto, y a causa de su ingestión se nos despliega una horda de síntomas gastrointestinales, la experiencia nos permitirá valorar en su justa medida a esta hierba, bien para no volverla a comer, bien para que en pequeñas dosis pueda ser utilizada como laxante.

En cualquier otro aspecto de la vida humana la experiencia es un bluf. La que se le otorga gratuitamente al anciano, la que se autoconcede en amores aquel que se divorciado cuatro veces, la del político que cree en la falacia extendida de que el tiempo en un cargo es sinónimo de infalibilidad; la experiencia en el trabajo será útil si nos referimos a un trabajo mecánico, carpintero, herrero, fontanero, electricista, es decir, aquellos que saben que pillarse el dedo con un martillo o tocar dos cables que llevan corriente de 220v es, en todos los casos, desagradable. Pero en todo aquello que tenga que ver el intelecto y la razón la experiencia es vacua.

Cualquier acción suele ser precedida por una determinación y esta, por un estado de ánimo, por unas circunstancias y por un momento en el tiempo y en el espacio. Ningún resultado surgido de una acción de hace veinticinco años, lleva adherida la certeza, ni tan siquiera la probabilidad de que realizando la misma acción, con los mismos personajes y escenario los resultados resulten siquiera parecidos.

En política, resulta evidente que cualquier decisión, ley o acuerdo, puesto que vienen determinados por condiciones de tal complejidad que jamás volverán a darse, por lo que de poco sirve la experiencia del mandatario que actuó de esa manera en su momento.

En la Bolsa ocurre lo mismo, si sirviera la experiencia todos los jugadores serían multimillonarios, pero sucede que, por distintas circunstancias,  lo que en un momento y en unas condiciones llevó a la subida de un valor, en otro momento, con aparentes circunstancias similares, sucede todo lo contrario.

En el amor, ni que decir tiene que los sentimientos cambian y se regeneran tanto como nuestras células, y que los aciertos y errores cometidos en una relación, indefectiblemente pueden ser cometidos nuevamente, precisamente porque las circunstancias, ni siquiera nuestros principios suelen ser los mismos en todo momento. Con el paso del tiempo, lo único que queda de aquella persona que reconocemos como a nosotros mismos es el carné de identidad y algunas fotos con cierto parecido. Nada más.

El pobre hombre, o mujer, al que sus amigos y la sociedad en general solo le otorgan el valor de la experiencia, en realidad no le están haciendo ningún regalo. Cualquier situación vivida por esta persona anciana a lo largo de su vida, de repetirse en la actualidad, el riego de equivocarse es exactamente el mismo que cuando se produjo su momento. A esta edad, la única experiencia que se tiene es la de los fenómenos físicos, que por observación —porque los estudios pueden escasear— han quedado grabados en la mente de alguien y que le concedemos el valor que le corresponde, pero caemos en el grave error de extrapolar esta natural experiencia física y confundirla con la prudencia de saber que de nada sirve para el resto de circunstancias vitales.

Señor Rajoy, si la experiencia existiera como principio de sabiduría, los recuerdos sobre su capacidad de mando nos harían votar sin duda en su contra, pero tiene la suerte de que, precisamente por no existir lo que usted pregona, tiene la oportunidad de hacer todo lo contrario de lo que ha hecho hasta ahora, y empezar a comportarse con el respeto que nos merecemos los que tomamos cada instante como único e irrepetible.

Colau
04/10/2015      

viernes, 2 de octubre de 2015

MACHISMO 2.0



El machismo sigue rodeando, yo diría más que nunca, nuestras vidas, las relaciones interpersonales y la utópica igualdad soñada por millones de mujeres…, y algunos hombres.

No hemos dado una paso adelante ni aun sin querer

No voy a escribir un ensayo sobre el tema, solo quiero aportar algunos datos observados del machismo de la vida cotidiana. Del nuevo machismo 2.0, el que se convierte en costumbre y subyace en toda mentalidad, supuestamente liberada, moderna y occidental, que se cree a la vanguardia de los derechos de la mujer, en cambio su actitud no es más que un despojo de indecencia, hipocresía y misoginia encubierta con grandes palabras de dignidad universal, es decir, vacías.

1.- Todos los manifiestos feministas son aceptados por los acólitos del buen rollito, aunque indefectiblemente terminan en un “pero...”.

2.- Nos hemos sacado de la manga el palabro “hembrismo” para poder seguir acusando a mujeres, dejando impoluto el que mandan los cánones: “feminismo” (no sea cosa que pase por lo que no soy).

3.- Los hombres de mi edad con los que mantengo relación desprenden tal desprecio hacia el género femenino en sus opiniones, actitudes y actos, que solo me quedan dos opciones, o echarme a llorar y esperar que la muerte me libere de esos personajes, o mandarlos a paseo para tratar con otros que, lamentablemente, serán de la misma catadura, pero modernos y por tanto maestros del eufemismo.

4.- Alguien ya se habrá preguntado por qué me excluyo, por qué soy diferente. Yo no soy diferente, soy un borrego más a las órdenes del poder masculino. Si no fuera así sería un eremita urbano o un malcarado con postura agonal ad infinitum.

5.- Los niños, al tener a padres que son muy machos, quieren hijos más machos todavía. No son colaboradores útiles para la causa, sino el conservadurismo de este racismo encubierto.

6.- Todos aceptan que las mujeres son tan inteligentes como los hombres, pero así y todo se les paga menos que a estos, y son discriminadas por su insuficiente (¿?) fortaleza o por su mala costumbre de dejar el trabajo para parir.

7.- Los hombres son malintencionados interesadamente cuando argumentan lo que les complace a las mujeres sentirse agasajadas, mimadas e invitadas. Confunden intencionadamente lisonjas con educación. La misma educación que utilizamos cuando compartimos diversión con amigos masculinos, pero que en estos casos entendemos que no son aprovechados interesadamente por nuestros colegas. En el caso de las mujeres, sí.

8.- Las bromas machistas no han disminuido lo más mínimo. La actitud policial de la esposa o pareja, las desavenencias con la suegra, nunca con el suegro, el prefijo “todas las mujeres…”, siguen siendo causa de mofa machista.

9.- El motivo por el que no se trate psicológicamente a los agresores de mujeres y se les limite a cumplir penas de privación de libertad, es muestra de la total ausencia de deseo de que los agresores se rehabiliten antes de llegar a la “última” agresión.

10.- La caza, los toros, el boxeo, las religiones, etc., son focos de un machismo exacerbado. Cualquier defensa de actividades que funcionan a base de testosterona, ayuda a mantener la llama encendida del machismo.

11.- Que las estadísticas afirmen que solamente el 35% de los hombres son infieles a sus mujeres en España, es por la simple razón de que “ir de putas” no se considera infidelidad.

12.- La relación con prostitutas es la cosificación genuina de la mujer. La mayor degradación de la dignidad de un ser humano es quitarle su humanidad y convertirla en objeto. Se me dirá que la prostitución ha existido siempre y yo contestaré que las infecciones fueron desde siempre incurables hasta que se descubrió la penicilina.

13.- “No todos los hombres somos iguales” es una de las defensas del machismo 2.0, y tienen razón puesto que no somos iguales, sino parecidos.

14.- “Hay mujeres muy retorcidas” argumentan algunos. Sí, y un porcentaje elevado de estulticia general, equivalente en todas las capas sociales y en todos los sexos, pero esto nos iguala más que nos separa, como en cambio sí hace la frase inicial.

15.- “El primer enemigo de la igualdad de la mujer es el hombre, el segundo, la propia mujer”. Sí, pero el primero es el hombre y a mucha distancia.

16.- El peor problema que tiene el machista 2.0 es que solo tiene amigos, porque sus expresiones u opiniones serían ofensivas delante de mujeres. Decir amiga es decir sexo. La machista 2.0 acepta ese rol y tiene solo amigas para no ofender a su pareja, por las connotaciones que esto conlleva.

17.- “La solución al problema de igualdad entre sexos está en la educación”. Y es completamente cierto, pero ¿qué pueden enseñar los machistas 2.0 a parte de más machismo pero con estética tardomoderna?

18.- La gente adecuada para solucionar esta milenaria actitud no se encuentra en gobierno alguno. Los gobernantes son antifeministas y, en el mejor de los casos, condescendientes con las proporciones que dicta lo políticamente correcto, que sustituye en la mayoría de casos al profundo convencimiento.

19.- La “Solución Universal” pasa por la creación de una ética feminista con fundamentos discursivos y con interlocutores válidos para salvaguardar la igualdad, la justicia y la dignidad de las mujeres. Ardua labor encontrar estos interlocutores en un mundo donde el machismo no existe en su pureza, sino aleado con todos y cada uno de los ámbitos de la cultura.

20.- Si conviertes a tu pareja en tu mejor amiga y ella te convierte en su mejor amigo, el respeto que eso produce deslíe cualquier actitud de preponderancia. Quizás esto sea base suficiente para que, en lugar de educar nuevos machistas 2.0, empecemos a criar seres humanos 1.0.

Colau
02/10/2015

P. S. A la igualdad no se accede con “pin”.