Este poema fue publicado en el nº 84 de la revista literaria trimestral "La bolsa de pipas" (89 trimestres para una publicación es un mito). Con un Consejo de Redacción que quita el hipo, Ángela Vallvey, Rafael Reig, David Torres, Agustín Fernández Mallo y Román Piña, el alma mater. No te lo publican porque sea bueno, sino que es bueno porque te lo publican. Gracias Román.
En mi suburbio las noches no llegan,
casi
nunca, a embriagarse de nostalgia.
Sus
calles, venosas e inacabadas,
reptan,
como sombras de última luzhacia el infinito andén del pasado.
Proscenios
de muchos atardeceres
sus
plazas huelen a leña metálica,y su mar, que no existe, levanta olas
que se pierden, hermosas y abatidas,
por el desagüe gris de la memoria.
Sangra
a veces la estética del viento
que,
mientras se vacía de suspiros,va llenando las aceras de esquirlas
que laceran nuestra piel alquilada.
Todos
los humanos de mi suburbio,
renuentes
a caer, perecederos,descansan en sus cárcavas asépticas,
esperando que la nada los tienda
al albur prolijo del pensamiento,
mientras que sus almas, llenas de luto,
se abaten en la nave filistea.
Colau
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